Fernando Rospigliosi, actual presidente del Congreso, reafirmó que no dejará su cargo pese al anuncio de su bancada, Fuerza Popular, de retirarse de toda instancia de conducción política. Su decisión ha generado una fuerte tensión dentro del fujimorismo y abre un nuevo capítulo en la crisis política del país.

Fuentes del Parlamento informaron que Rospigliosi defendió su continuidad ante sus colegas, argumentando que su gestión es legítima mientras José Jerí siga ejerciendo la presidencia de la República por sucesión constitucional. El legislador aseguró que solo el Pleno podría elegir a un nuevo titular del Legislativo.

El parlamentario Ilich López, de Acción Popular, respaldó la postura del titular del Congreso, señalando que mantenerse en funciones busca “fortalecer la institucionalidad y garantizar la estabilidad política”. Además, recordó que el Pleno rechazó los pedidos de censura, lo que les otorga respaldo político.

Sin embargo, el fujimorista Ernesto Bustamante expresó su desacuerdo y planteó una recomposición parcial o total de la Mesa Directiva. En paralelo, César Revilla, vocero de Fuerza Popular, confirmó el retiro de la bancada de toda instancia de conducción, buscando mantener la neutralidad durante el proceso de transición electoral.

La situación se produce tras la vacancia presidencial de octubre de 2025, que llevó a José Jerí a asumir el Ejecutivo, y a Rospigliosi, como primer vicepresidente, a tomar temporalmente la presidencia del Congreso.

La negativa del parlamentario a dimitir ha reabierto el debate interno sobre la continuidad de la Mesa Directiva. El futuro del Legislativo dependerá de la votación del Pleno, en medio de una creciente incertidumbre política que pone a prueba la cohesión del fujimorismo y la estabilidad institucional del país.