
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la construcción de la “Cúpula Dorada”, un ambicioso sistema de defensa antimisiles inspirado en la “Cúpula de Hierro” de Israel. Este proyecto busca proteger todo el territorio estadounidense de amenazas avanzadas, incluidos misiles hipersónicos y ataques desde el espacio. El sistema integrará interceptores terrestres y tecnología espacial de última generación.
El costo inicial estimado es de 175.000 millones de dólares, con una financiación inicial de 25.000 millones. Sin embargo, la Oficina de Presupuesto del Congreso advierte que el costo total podría superar los 500.000 millones y requerir hasta dos décadas para su implementación completa.
El general Michael Guetlein, de la Fuerza Espacial, liderará el proyecto. Empresas como SpaceX, Lockheed Martin y Palantir participarán en el desarrollo. La iniciativa ha generado críticas por posibles conflictos de interés, especialmente por la implicación de empresarios cercanos a Trump como Elon Musk.
Trump justificó la necesidad del sistema por las amenazas de países como China, Rusia, Corea del Norte e Irán. La oposición demócrata ha expresado preocupaciones sobre los costos y la viabilidad del proyecto.
La “Cúpula Dorada” representa un esfuerzo significativo para modernizar la defensa nacional de Estados Unidos y proteger a sus ciudadanos de amenazas emergentes. El proyecto se enmarca en una estrategia más amplia de fortalecimiento de la seguridad nacional y la superioridad tecnológica en el ámbito militar.