
El expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, falleció este martes 13 de mayo del 2025 tras una larga y valiente lucha contra el cáncer de esófago. La noticia fue confirmada por el actual presidente uruguayo, Yamandú Orsi, quien expresó su dolor y destacó el legado humano y político de Mujica, figura clave de la izquierda latinoamericana.
El pasado 29 de abril, Mujica había revelado públicamente que padecía un tumor maligno, agravado por una enfermedad inmunológica previa. En enero de este año, ya había anunciado que el cáncer se había extendido al hígado. En sus propias palabras: “Me estoy muriendo”. Su salud fue empeorando y en sus últimos días, recibió cuidados paliativos.
A sus 89 años, Pepe Mujica fue mucho más que un expresidente (2010–2015). Fue un símbolo de humildad, coherencia y amor por su pueblo. Su vida austera y sus discursos llenos de sabiduría marcaron a generaciones en América Latina y el mundo.
Durante las recientes elecciones municipales en Uruguay, Mujica no pudo acudir por recomendación médica. Esta ausencia rompió una tradición de más de 40 años de compromiso democrático.
Diversos líderes y gobiernos del continente han expresado su pesar. México, Brasil, España y líderes vascos reconocieron su legado y compromiso con la justicia social. El Frente Amplio, su partido político, afirmó: “Pepe fue una forma de entender el mundo. Nos queda su voz, su ejemplo y su porfiada esperanza”.
Pepe Mujica se despide, pero su mensaje queda vivo: creer en un mundo mejor, luchar con el corazón y vivir con dignidad. América Latina lo recordará como un verdadero humanista y defensor de los más humildes.