La minera Poderosa vuelve a ser blanco de la delincuencia. Un nuevo atentado se registró recientemente, sumándose a los ataques sufridos en enero y septiembre de 2024. Esta vez, los delincuentes dinamitaron una torre de alta tensión que suministraba energía a la planta Santa María, afectando sus operaciones.

El ataque del 12 de enero ya había encendido las alarmas en el sector. En esa ocasión, mineros ilegales destruyeron una estructura clave de energía. Sin embargo, el problema no es reciente. En septiembre de 2024, otro atentado conmocionó a la empresa cuando sujetos armados ingresaron a sus instalaciones con explosivos, generando pánico entre los trabajadores.

Estos actos reflejan la creciente inseguridad en el sector minero, donde grupos ilegales buscan controlar territorios y recursos mediante la violencia. La minera Poderosa ha exigido medidas urgentes para garantizar la seguridad de sus operaciones y del personal que trabaja en la zona.

El gobierno y la Policía Nacional han prometido reforzar la seguridad en la región, pero los ataques continúan. La falta de acciones concretas genera preocupación entre los empresarios y comunidades locales, quienes temen que la violencia siga escalando.

Los atentados contra Poderosa ponen en evidencia el poder que han adquirido los mineros ilegales y la necesidad de una respuesta inmediata por parte de las autoridades. Mientras tanto, la empresa sigue operando en un clima de incertidumbre y riesgo constante.