
Te cuento qué está pasando en el Congreso: la Comisión de Energía y Minas aprobó un dictamen de la Ley MAPE (Minería Artesanal y Pequeña Escala) que mantiene los beneficios que el Reinfo concedía a la minería informal, solo cambian los nombres, pero no la sustancia.
El dictamen propone reemplazar el Reinfo por el Renapma o Renapmat, un nuevo registro nacional que conserva las exenciones y facilidades fiscales, sin endurecer los controles sobre la minería informal.
Paul Gutiérrez, presidente de la Comisión, lo explicó claramente: “esta ley es para ustedes, no para la gran minería”.Pero surgen críticas fuertes. Ambiente y derechos se quedarían fuera. El predictamen no exige estudios técnicos ambientales, ni protege ecosistemas o líderes indígenas.Organizaciones civiles advierten que esto significa literal “Reinfo 2.0”, o sea, un retroceso para combatir la minería ilegal.
El Ejecutivo, mientras tanto, eliminó el controvertido “Reinfo hereditario” con el DS 010‑2025‑EM, y anunció una ampliación temporal del actual registro hasta diciembre 2025, para evitar un vacío legal.
Este choque deja al descubierto la tensión entre el Congreso y el Ejecutivo. Mientras el primero impulsa reformas que críticos califican como “premio a la informalidad”, el segundo intenta cerrar esa puerta y fortalecer medidas de control y formalización efectiva.