
Un amplio operativo policial en España capturó al denominado “Ingeniero del Terror”, acusado de producir y distribuir pornografía infantil. La Operación Tridente –también llamada “Cyber Week”– contó con más de 200 agentes, más de 100 registros y dejó 61 detenidos, con 17 personas aún investigadas.
Los agentes incautaron una gran cantidad de equipos: 63 ordenadores, 37 móviles, 229 discos duros y al menos 1.600 dispositivos USB. Entre los arrestados destacan perfiles preocupantes: un exmilitar con arsenal, un profesor con menores en acogida y el propio ingeniero informático acusado. Este último presuntamente montó conexiones por cable y usó redes wifi públicas para intercambiar material ilegal.
Los hechos ocurrieron en múltiples provincias: incluyendo A Coruña, Ourense, Castellón, Coslada, Las Palmas y más cadenaser.com. El exmilitar fue sorprendido con armas y munición, el profesor grababa a los menores que acogía y el ingeniero diseñó una red para distribuir los archivos ilícitos.
La operación fue coordinada por la Unidad Central de Ciberdelincuencia y la Fiscalía Especial de Criminalidad Informática. El Ministerio del Interior recuerda que almacenar o compartir pornografía infantil es delito y anima a la ciudadanía a denunciar a través de un canal anónimo habilitado por la Policía.
Este caso revela la magnitud del problema y la sofisticación de las redes que operan en la dark web. La figura del “Ingeniero del Terror” ha llamado la atención por su pericia técnica usada para un fin criminal. La investigación sigue en curso, y los implicados podrían enfrentar cargos graves. Las próximas semanas serán clave mientras las autoridades procesan las pruebas y cierran este escándalo que ha puesto al descubierto un delito atroz.
Se espera que la sentencia sea ejemplar, y el operativo sirva de advertencia. La sociedad española está atenta, y los medios destacan la eficacia policial. El combate contra la pornografía infantil continúa y este caso marca un hito en los esfuerzos legales y técnicos contra esta lacra.