Darinka Ramírez lanzó una fuerte acusación: Jefferson Farfán no visita a su hija menor desde hace dos meses. Según ella, no hay contacto directo y la comunicación solo existe vía abogados. “No puedo obligar a nadie”, declara, subrayando que como padre “le debería nacer verla” y que “podría mover cielo y tierra”.

Ella explicó que Farfán propuso citar las visitas en casa de su madre, pero ella insistió en recibirlos en su departamento. Su argumento: la niña debe estar tranquila y en confianza. A pesar de abrirle las puertas de su hogar, Farfán no lo aceptó. Esto refuerza, según Darinka, la falta de iniciativa del jugador como padre.

La portavoz sostiene que el exfutbolista no muestra la actitud de un padre involucrado. Espera que él dé el primer paso. Busca una disculpa de corazón por no actuar con responsabilidad paterna. Cree que, si realmente ama a su hija, impulsaría el vínculo por sí mismo.

Este reclamo llega tras una denuncia por agresión psicológica que Darinka presentó contra Farfán. Desde entonces, el silencio del padre ha sido total. No solo dejó de verlo, sino que evitó cualquier interacción directa. Darinka lo responsabiliza y exige un cambio en su rol parental.

La falta de visita y compromiso ha generado malestar mediático. Usuarios y seguidores debaten sobre la responsabilidad de Farfán como padre. Darinka espera que su mensaje genere conciencia social y estimule una respuesta real. Quiere que él reconozca su rol y actúe en consecuencia.

En resumen: Darinka Ramírez cuestiona la inacción de Jefferson Farfán como padre. Lo acusa de no ver a su hija desde hace dos meses. Cree que él debe tomar la iniciativa sin intermediarios. Exige una disculpa auténtica y un compromiso real. Este caso continúa en la opinión pública. El interés mediático sigue, y muchos miran si Farfán cambiará su actitud paterna.