
El expresidente boliviano Evo Morales ha quedado oficialmente fuera de las elecciones generales programadas para el 17 de agosto de 2025. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) confirmó que su candidatura no fue registrada debido a que intentó inscribirse a última hora mediante el Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-Bol), el cual perdió su personería jurídica semanas atrás.
Morales, quien gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, había promovido la creación de un nuevo partido llamado “Evo Pueblo”. Sin embargo, esta organización no cuenta con reconocimiento legal, lo que lo llevó a buscar una alianza con PAN-Bol. A pesar de los esfuerzos de sus delegados por inscribir la candidatura, el TSE rechazó la solicitud, argumentando que ninguna de las organizaciones tenía personería jurídica vigente.
La exclusión de Morales ha generado tensiones políticas en el país. Sus seguidores han denunciado una supuesta persecución política y han anunciado movilizaciones en diversas regiones de Bolivia. El exmandatario ha declarado que continuará luchando por su derecho a postularse y ha cuestionado la imparcialidad del TSE.
Mientras tanto, el Movimiento al Socialismo (MAS), partido que llevó a Morales al poder, enfrenta divisiones internas. El presidente Luis Arce ha decidido no postularse a la reelección y ha propuesto a Eduardo del Castillo como candidato del MAS . La oposición también se presenta fragmentada, con múltiples candidatos en carrera.
La situación política en Bolivia se torna cada vez más compleja, con un panorama electoral incierto y marcado por la polarización. La exclusión de Morales añade un nuevo capítulo a la historia política del país, generando debates sobre la legalidad y legitimidad del proceso electoral en curso.