Cuba vuelve a quedar a oscuras tras un nuevo apagón nacional que afectó a toda la isla este miércoles. Se trata del quinto corte total de energía en menos de dos años, luego de que la termoeléctrica Antonio Guiteras de Matanzas, la más grande del país, saliera de servicio de manera imprevista a las 9:14 a.m. El colapso del Sistema Eléctrico Nacional ha puesto en evidencia la fragilidad de la infraestructura y ha profundizado la crisis que atraviesa la nación.

Iván Hernández, secretario general de la Asociación Sindical Independiente de Cuba, confirmó a Infobae la gravedad de la situación. “Los alimentos se echan a perder, niños y ancianos sufren el calor sin ventilación y la mayoría de familias no puede cocinar porque dependen de equipos eléctricos”, relató.

El apagón no solo deja sin luz a millones de cubanos, sino que también afecta el acceso al agua potable, ya que las turbinas de bombeo funcionan con electricidad. En zonas como el reparto Las Canteras, en Matanzas, los vecinos llevan más de 23 días sin suministro debido a la falta de transformadores de reemplazo.

La crisis eléctrica en Cuba se da en un contexto de recesión económica. Según cifras oficiales, la economía cayó un 1,1 % en 2024 y acumula un retroceso del 11 % en los últimos cinco años. La CEPAL, por su parte, proyecta un PIB negativo para 2025. Estos apagones constantes alimentan el malestar social, en una población que ya enfrenta escasez de alimentos, inflación y limitaciones en servicios básicos.

Con este nuevo colapso, la isla enfrenta uno de sus mayores desafíos energéticos y sociales en la última década. La incertidumbre crece mientras los cubanos esperan una solución a una crisis que parece no tener fin.