
El cruce entre las avenidas Ica y Ferrocarril vuelve a ser noticia. Comerciantes ambulantes insisten en ocupar la vía pública, generando caos, desorden y malestar entre vecinos, conductores y transeúntes.
Pese a los operativos municipales y los constantes llamados al orden, los vendedores informales regresan una y otra vez. Se instalan en veredas, pistas y zonas de tránsito peatonal, bloqueando el paso y poniendo en riesgo la seguridad de todos.
Los vecinos denuncian que esta situación afecta la imagen de la ciudad, además de causar tráfico, contaminación y peligro. Muchos aseguran que ya no se puede caminar con tranquilidad, y que los intentos de control han sido insuficientes.
Por su parte, las autoridades locales aseguran que continuarán con las intervenciones para recuperar el orden. La meta es liberar los espacios públicos y ofrecer alternativas formales para los comerciantes. Sin embargo, el problema persiste y crece cada día.
Este conflicto refleja la falta de regulación clara y la necesidad urgente de políticas sostenibles que equilibren el trabajo informal con el respeto al espacio público.
Mientras tanto, la ciudadanía pide acciones más firmes y sostenidas. La presencia de ambulantes no solo altera la circulación, también afecta a los negocios formales que sí cumplen las normas.