
El expresidente Donald Trump anunció que suavizará temporalmente su política migratoria ante la creciente falta de mano de obra en sectores clave como agricultura y hostelería. Esta decisión llega luego de que empresarios y congresistas, tanto republicanos como demócratas, enviaran una carta a la Casa Blanca solicitando permisos de trabajo para migrantes sin antecedentes penales.
Trump, conocido por su postura rígida contra la migración irregular, aseguró que permitirán el regreso legal de algunos migrantes que se retiren voluntariamente del país. “Saldrán y regresarán como trabajadores legales”, dijo durante una reunión en la Casa Blanca. Agregó que trabajarán con agricultores y empresarios para identificar a los migrantes responsables y facilitar su reentrada legal.
El gobierno también lanzó una nueva app, CBP Home, que reemplaza la CBP One de la era Biden, usada por más de 900,000 personas para solicitar entrada legal a EE. UU. Esta nueva herramienta busca fomentar la autoexpulsión de migrantes irregulares.
La preocupación es real: el 44% de los trabajadores agrícolas del país son migrantes sin documentación, según cifras del Departamento de Trabajo. Sin esta fuerza laboral, empresarios advierten que Estados Unidos podría perder competitividad global.
Aunque Trump mantiene su discurso de mano dura y asegura que las deportaciones masivas continuarán, esta apertura marca un posible cambio de estrategia motivado por razones económicas. Los sectores agrícolas y hoteleros, dependientes de esta mano de obra, ven con esperanza esta medida parcial que podría aliviar su crisis de personal.
Esta noticia reaviva el debate sobre la migración en Estados Unidos y muestra cómo la economía puede forzar ajustes, incluso en líderes con posturas firmes. Trump cede, aunque sin renunciar del todo a su cruzada migratoria.