Telefónica del Perú ha iniciado un Procedimiento Concursal Ordinario ante Indecopi debido a una crisis financiera y problemas fiscales que superan los 1.000 millones de euros acumulados en dos décadas. Para evitar impagos a proveedores y empleados, Telefónica Hispanoamérica inyectará 394 millones de euros a su filial peruana con un vencimiento de 18 meses. La empresa busca reestructurar sus pasivos mediante este procedimiento, sin que las deudas estén garantizadas por otras entidades de la matriz. Además, enfrenta un conflicto legal con la SUNAT, con una disputa en el Ciadi por reclamaciones de impuestos. La situación financiera se ha deteriorado, con ingresos y EBITDA en declive, y la filial ha provisionado 314 millones de euros en deterioro de fondo de comercio. La empresa también rompió un acuerdo con KKR y Entel para la creación de una empresa conjunta de fibra óptica en Perú. Moody’s ha rebajado la calificación de la deuda de Telefónica Perú de Caa1 a Caa3, indicando un muy alto riesgo de impago, y Fitch Ratings ha reducido la calificación de riesgo de incumplimiento a largo plazo de ‘B-‘ a ‘C’. A pesar de mantener el 29% del mercado de telefonía móvil, Movistar ha experimentado una disminución en su número de usuarios, mientras que Claro ha incrementado su participación, sumando 38.000 clientes adicionales en los últimos meses. La competencia en el sector se ha intensificado con la llegada de Bitel y Entel, dinamizando el mercado móvil y acelerando el despliegue de infraestructura de banda ancha móvil. El OSIPTEL ha implementado lineamientos para la aplicación de normas de represión de la competencia desleal en el ámbito de las telecomunicaciones, buscando promover la competencia y la calidad de los servicios. La reestructuración de Telefónica Perú podría alterar el equilibrio competitivo en el mercado de telecomunicaciones del país.
