
La Policía Nacional del Perú (PNP) detuvo a una red criminal conocida como “Los Depredadores del Oriente”. En una operación planificada, se arrestó a 12 personas, incluyendo ex funcionarios del Gobierno Regional de Loreto y un ciudadano español. La banda transportaba animales exóticos —capibaras, monos y ronsocos— con la intención de traficarlos ilegalmente en el país y el extranjero.
El rescate ocurrió durante una acción coordinada entre diversas unidades especializadas de la PNP. Según las autoridades, los implicados tenían el plan bien estructurado: extraer fauna endémica de la Amazonía para venderla en el mercado negro. Esta actividad pone en riesgo la conservación de especies protegidas y viola leyes ambientales vigentes.
Tras el operativo, los animales fueron puestos bajo resguardo. La PNP los entregó a instituciones de protección animal que garantizarán su cuidado y rehabilitación. En paralelo, los detenidos fueron trasladados a Lima para afrontar las investigaciones pertinentes.
Este caso ha generado alarma pública. Ciudadanos y organizaciones ambientales demandan justicia y penas ejemplares. La presencia de ex autoridades regionales agrava la percepción de impunidad y redes corruptas en torno a delitos ambientales. Desde ONG y colectivos profauna se exige mayor control y sanciones efectivas.
Los especialistas advierten que el tráfico de fauna no es aislado. Tiene alcance nacional e internacional, alimentando redes criminales trasnacionales. Para combatirlo, se promueve implementar sistemas más rigurosos de vigilancia en zonas selváticas, capacitación a policías ambientales y campañas de sensibilización ciudadana.
La PNP reafirma su compromiso con la protección de la biodiversidad peruana. Este golpe a “Los Depredadores del Oriente” podría ser el inicio de una ofensiva contra el comercio ilegal de especies. De cara al futuro, la expectativa está puesta en procesos judiciales transparentes y castigos que disuadan estas conductas delictivas.