
Foto: difusión | Segundo Cueva Rojas |
El empresario minero Segundo Cueva Rojas, dueño de una concesión en Pataz, región La Libertad, confirmó ser quien contrató a los 13 vigilantes que fueron asesinados durante el ataque a su mina. En declaraciones a la prensa, el minero apuntó directamente a un posible autor: un criminal conocido como “Cuchillo”.
Según Cueva, el objetivo del ataque fue el robo de 200 toneladas de mineral aurífero, con un valor estimado de 1.2 millones de dólares. El hecho ha causado gran conmoción en la zona y ha dejado al descubierto el avance del crimen organizado en las regiones mineras del Perú.
El empresario afirmó conocer de cerca las actividades delictivas de “Cuchillo”, quien lideraría una banda que opera con violencia en Pataz. Aunque no lo acusa directamente, no descarta su participación en la masacre.
Este violento episodio podría llevar al cierre definitivo de la empresa minera de Cueva, quien dijo sentirse devastado por la magnitud del ataque.
La noticia ha generado indignación en todo el país. Las autoridades han iniciado investigaciones y se presume la participación de mafias bien organizadas que buscan apoderarse de los recursos auríferos de la zona.
Pataz, conocida por su riqueza minera, también es foco de violencia. El asesinato de los 13 vigilantes es una muestra más de cómo el crimen organizado ha ganado terreno.
Este caso no solo impacta a la región, sino que pone en evidencia la urgente necesidad de mayor seguridad en zonas mineras.