Cada 21 de septiembre, regalar flores amarillas se ha convertido en una de las tradiciones más virales en Latinoamérica. Desde México hasta Perú, Chile, Argentina y Colombia, este gesto simboliza alegría, amor y esperanza. La costumbre se popularizó en 2022 gracias a TikTok y a la recordada canción “Flores amarillas” de la telenovela Floricienta, lo que transformó una simple entrega de flores en un fenómeno cultural y digital.

El 21 de septiembre marca el inicio de la primavera en el hemisferio sur, y las flores amarillas representan nuevos comienzos, optimismo y energía. En países del norte, la tradición también se celebra el 21 de marzo, coincidiendo con el equinoccio. No se trata solo de un detalle romántico: también es un gesto de amistad, gratitud y buenos deseos hacia parejas, amigos y familiares.

Las flores más buscadas son los girasoles, símbolo de vitalidad; las rosas amarillas, asociadas a la gratitud y el cariño; los tulipanes, vinculados al optimismo; y las margaritas, que evocan frescura y juventud. A ellas se suman otras como lirios, mimosas, narcisos y hasta el cempasúchil en México, que tiene un significado espiritual en Día de Muertos.

Más allá de su valor sentimental, regalar flores amarillas también ha impulsado a pequeños negocios y emprendimientos florales en toda la región. Las redes sociales han sido clave para viralizar esta tradición, generando picos de ventas y posicionando a jóvenes emprendedores que aprovechan la tendencia con ramos temáticos, envíos rápidos y campañas digitales.

Hoy, regalar flores amarillas no es solo un acto romántico: es un símbolo de optimismo colectivo, un reflejo de la cultura digital y una oportunidad económica para miles de negocios locales.