
Una reciente encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) revela que apenas el 8 % de peruanos confía plenamente en las elecciones de 2026. Esto deja en evidencia una crisis de legitimidad del sistema democrático. Además, un 37 % manifiesta desconfianza total .
Paralelamente, una encuesta de Datum Internacional revela que 63 % de ciudadanos no confía en las instituciones electorales claves: JNE, ONPE y Reniec. Este nivel de recelo se sustenta en antecedentes recientes como anulaciones, fraudes percibidos y falta de transparencia.
La baja confianza tiene múltiples efectos:
- Apatía electoral: el 80 % aún no decide su voto.
- Desconexión social: solo el 32 % confía en estas entidades.
- Riesgo democrático: amplia desconfianza en disputas futuras.
Además, la desconfianza en órganos de seguridad, justicia y fiscalización debilita aún más al sistema.
¿Qué se necesita?
Urgente reforzar:
- Transparencia en procesos y financiamiento.
- Fiscalización clara del JNE, ONPE y Reniec.
- Educación cívica para informarse y participar.
- Observación internacional que garantice credibilidad.
Si se quiere evitar una crisis electoral en 2026, recuperar la confianza ciudadana en los organismos electorales no es opcional: es vital. Sin esto, el voto se convierte en puente hacia deslegitimación o inestabilidad. Está en juego el corazón de nuestra democracia.