
En medio de una creciente crisis en el transporte público, el Congreso peruano impulsa 20 proyectos de ley que agravarían aún más el caos vial. Iniciativas promovidas por legisladores de Perú Libre, Renovación Popular, Somos Perú, Podemos y Acción Popular buscan extender por cuatro años la formalización de autos colectivos, incluso en Lima y Callao, zonas de alta congestión y sin regulación técnica adecuada.
Estas propuestas también apuntan a eliminar la Autoridad de Transporte Urbano (ATU), restituir licencias a conductores sancionados por manejar en estado de ebriedad, y conceder una amnistía que elimine papeletas acumuladas desde 2020. Según expertos en movilidad, estas medidas son populistas, electoreras y profundamente peligrosas para la seguridad vial.
El retroceso más grave es la ampliación de los colectivos informales, que incluso incluiría vehículos tipo “tico” o autos chinos, sin condiciones de seguridad. Mientras tanto, operadores formales como los corredores complementarios denuncian que estas leyes los asfixian y afectan directamente a los pasajeros.
Especialistas como Luis Quispe Candia de Luz Ámbar y exfuncionarios de la ATU alertan que estas medidas beneficiarían a mafias del transporte informal y debilitarían todo el sistema regulador construido en los últimos años. La eliminación de la ATU devolvería el caos a las municipalidades, repitiendo errores del pasado.
Además, propuestas como la llamada “Ley del Borrachito” pretenden devolver brevetes a conductores ebrios bajo el argumento de una segunda oportunidad, lo que representa un riesgo mortal para los usuarios de las vías. La permisividad y falta de criterio técnico en estas leyes demuestran que, en el Congreso, se priorizan votos sobre vidas.
Estas iniciativas populistas representan un severo retroceso para el país y una amenaza directa para peatones, pasajeros y conductores responsables. La ciudadanía exige un transporte seguro, moderno y eficiente.