La violencia y la extorsión siguen golpeando al transporte urbano en el país. Luego del asesinato de dos personas en Lurín, entre ellas un chofer de combi, los transportistas de Lima y Callao anunciaron un apagado simbólico de motores como acto de protesta y solidaridad.

El ataque ocurrió la noche del jueves 16 de octubre, cuando sicarios abrieron fuego contra una combi llena de pasajeros en la avenida Lima, a la altura de los Humedales de Mamacona. Dos personas perdieron la vida y otras cuatro resultaron heridas.

Ante este crimen, los gremios de transporte urbano —representados por los conos Norte, Centro, Este y Sur— emitieron un comunicado anunciando que el viernes 17 de octubre, al mediodía, se realizará un apagado de motores de tres minutos. El acto busca exigir justicia y visibilizar la ola de extorsiones y asesinatos que afecta al sector transporte.

“Ya no más extorsión”, señala el pronunciamiento, dirigido al presidente de la República, al Congreso y al Poder Judicial. Los transportistas también expresaron su solidaridad con la familia de Eduardo Ruiz, joven fallecido durante las protestas del 15 de octubre.

Además, hicieron un llamado a la ciudadanía para unirse al acto simbólico, apagando motores, tocando bocinas o realizando cacerolazos en señal de apoyo.

El apagado de motores busca ser un grito colectivo contra la violencia y la inseguridad, problemas que hoy desangran al país. Los gremios piden acciones firmes del Gobierno para frenar los ataques, proteger a los trabajadores y garantizar la paz en las calles.