
El Vaticano reveló el testamento del papa Francisco, fallecido el 21 de abril a los 88 años. El documento fue redactado en junio de 2022, desde su residencia en Santa Marta. En él, el Santo Padre expresó su última voluntad: el lugar donde descansarán sus restos.
Francisco pidió no ser enterrado en la Basílica de San Pedro, donde tradicionalmente reposan los Papas. En su lugar, solicitó descansar en la Basílica de Santa María la Mayor, una iglesia que siempre tuvo un valor especial para él.
El texto refleja la profunda fe mariana del pontífice. “He confiado mi vida y ministerio a María Santísima”, escribió. Por eso, su deseo es que su tumba esté entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza, en una de las naves laterales de esa basílica.
Pidió que su sepulcro sea sencillo, sin adornos, y solo con la inscripción: “Franciscus”. Además, dejó instrucciones para que un benefactor cubra todos los gastos. El responsable de coordinar todo esto es el arzobispo Rolandas Makrickas, comisario extraordinario del Capítulo de Liberia.
Este testamento reafirma el compromiso del papa Francisco con la humildad y la sencillez, incluso después de su muerte. Su elección de tumba rompe con siglos de tradición papal y muestra, una vez más, su estilo pastoral cercano, humano y profundamente espiritual.
La decisión del papa impacta al mundo y fortalece su legado como un líder que vivió con sencillez y coherencia. En vida y en muerte, Francisco eligió el camino de la humildad. Su último deseo conmueve y deja una huella imborrable en la historia de la Iglesia Católica.
