Foto: composición LR
La situación de Betssy Chávez, ex primera ministra del gobierno de Pedro Castillo, se torna crítica. La interna del penal Anexo Mujeres de Chorrillos cumple su cuarto día de huelga de hambre seca como medida de protesta. El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) informó que Chávez rechazó en dos ocasiones la medición de sus signos vitales, pese a ser advertida de las graves consecuencias.
Según el comunicado del INPE, se le explicó el riesgo de su decisión y firmó un consentimiento informado, pero volvió a rechazar el control médico en una segunda evaluación. Ante ello, se dispuso monitoreo permanente de su estado de salud. La institución notificó a la Fiscalía de Prevención del Delito y a la Defensoría del Pueblo sobre su negativa a recibir atención.
Chávez alega que su protesta responde a abusos y maltratos en prisión, además de exigir un traslado junto a otras internas. Sin embargo, el reglamento penitenciario establece que estas solicitudes deben hacerse de forma personal y no grupal.
El médico del INPE, Jesús Mejía Toribio, advirtió que la falta de ingesta de agua puede ocasionar falla renal, desequilibrio de electrolitos, problemas cardiovasculares, pérdida de conciencia y, en un plazo de 3 a 5 días, la muerte.
El abogado de Chávez, Raúl Noblecilla, compartió el informe en redes sociales alertando que, si persiste en su huelga, su vida podría apagarse en las próximas 72 horas. Esta crisis se da en medio del proceso judicial por el presunto delito de rebelión vinculado al intento de golpe de Estado de Pedro Castillo en 2022.
La incertidumbre sobre la salud de Betssy Chávez sigue en aumento, mientras las autoridades penitenciarias insisten en mantener protocolos médicos y legales frente a un escenario que podría terminar en tragedia.
