Ante repetidas quejas por parte de consumidores, autoridades locales realizaron un operativo inopinado en diferentes establecimientos de venta de huevos. La denuncia común: huevos podridos vendidos al público, en condiciones insalubres y sin control de calidad.

Durante el operativo, inspectores municipales y personal de sanidad recorrieron mercados y puntos de venta del distrito. Encontraron huevos en mal estado, algunos con mal olor, cáscaras rotas, y otros almacenados sin refrigeración.

Los fiscalizadores procedieron a decomisar decenas de cartones y clausuraron puestos informales que no cumplían con las normas sanitarias. Los comerciantes involucrados podrían recibir fuertes sanciones económicas y suspensión de sus licencias.

Los vecinos, indignados, señalaron que esta situación pone en riesgo la salud de cientos de familias. Muchos aseguraron que los huevos vendidos “estaban podridos desde el primer día”. Algunos incluso presentaron evidencia fotográfica.

Las autoridades recordaron que consumir huevos en mal estado puede provocar enfermedades graves como salmonelosis e intoxicación alimentaria. Además, recalcaron la importancia de que los productos estén debidamente etiquetados y almacenados bajo condiciones adecuadas.

El municipio anunció que estos operativos serán constantes y que reforzarán los controles en mercados y bodegas. También se ha habilitado una línea para que los ciudadanos puedan denunciar, de forma rápida y anónima, a cualquier comercio que incumpla con las normas de sanidad.

La población debe revisar cuidadosamente los productos antes de comprarlos. Cáscaras agrietadas, manchas o mal olor son señales de alerta. Si notas alguno de estos síntomas, evita su consumo inmediato.

Este operativo busca proteger la salud pública, garantizar alimentos seguros y promover la responsabilidad de los comerciantes. Comer bien es un derecho. Exigir calidad, también.