
El Ministro de Transportes del Perú ha emitido duras críticas contra la marcha blanca del tren eléctrico de Lima, exigiendo mayor responsabilidad y seguridad en su ejecución. La llamada “marcha blanca” es una fase de prueba sin pasajeros, previa al inicio formal del servicio. Sin embargo, el ministro asegura que estas pruebas se están realizando sin los estándares técnicos ni protocolos de seguridad adecuados. Su declaración fue tajante: “Hay que ser responsables”.
Esta afirmación llega en un momento clave, ya que el tren de Lima es uno de los proyectos de infraestructura más importantes del gobierno actual. Su implementación ha generado muchas expectativas, ya que promete mejorar el transporte urbano y reducir la congestión en la ciudad. Aun así, el ministro enfatizó que el progreso no debe anteponerse a la seguridad ciudadana.
“El apuro por mostrar resultados no puede poner en peligro a las personas”, afirmó. El funcionario también pidió transparencia en todo el proceso, desde las pruebas técnicas hasta el inicio de operaciones oficiales. Además, solicitó a los encargados del proyecto que cumplan con los lineamientos establecidos por las entidades reguladoras.
En redes sociales, las reacciones no se hicieron esperar. Algunos usuarios aplaudieron la postura del ministro por priorizar la seguridad. Otros lo acusaron de politizar el tema. Lo cierto es que la marcha blanca del tren de Lima está bajo la lupa pública.
Este tipo de declaraciones tienen un impacto directo en la percepción ciudadana y en la credibilidad de los proyectos de infraestructura. En este contexto, la seguridad técnica y la transparencia se vuelven factores esenciales para ganar la confianza del público y evitar accidentes futuros.