Israel lanzó un ataque aéreo que impactó directamente un cuartel militar en el centro de Damasco, Siria. El objetivo fue el edificio del Estado Mayor, una instalación clave para las fuerzas armadas sirias. El bombardeo ocurrió en medio de una intensa jornada de enfrentamientos internos en el sur del país.

Testigos locales informaron fuertes explosiones y columnas de humo en la capital siria. Medios oficiales confirmaron que el bombardeo fue llevado a cabo por aviones israelíes desde el espacio aéreo del Golán ocupado. El Ministerio de Defensa sirio no ha ofrecido cifras oficiales de víctimas, pero se presume que hubo bajas tanto militares como civiles.

Este ataque forma parte de una serie de ofensivas que Israel ha intensificado en los últimos meses, dirigidas contra posiciones militares iraníes y sirias. Israel sostiene que estos bombardeos buscan prevenir el fortalecimiento de milicias respaldadas por Irán cerca de su frontera norte.

El contexto del ataque es aún más crítico, ya que Siria enfrenta enfrentamientos internos en las regiones del sur, donde grupos armados y fuerzas del gobierno combaten por el control territorial. La combinación de conflictos internos y agresiones externas aumenta la tensión en una zona ya altamente inestable.

La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de violencia en Medio Oriente. Organismos de derechos humanos piden investigaciones independientes y la protección de civiles en zonas de conflicto.

El bombardeo al cuartel militar en Damasco marca una nueva etapa de tensión en la región. La situación en Siria sigue siendo volátil, y este ataque podría tener repercusiones geopolíticas importantes.