
Pilcomayo, en Huancayo, sufre una crisis sanitaria grave. Durante más de tres semanas, el recojo de basura se suspendió tras el cierre del botadero de Chilca. Camiones ya no pueden depositar residuos y deben trasladarse a Acostambo, a más de 50 km, una ruta poco práctica y costosa ([turn0search8],[turn0search4]).
Como resultado, se han formado decenas de puntos críticos: montones de basura en calles, veredas, espacios públicos y frente a establecimientos vitales como la Cuna Más. Allí, los niños y trabajadores están expuestos a una plaga de moscas y gusanos, que infestaron aulas, patios y oficinas. El ambiente es insalubre y genera malestar general ([turn0search1],[turn0search2]).
El gerente de salud, Richard Sotomayor, enfatizó el peligro: “Por el calor y la putrefacción, esto acarrea moscas… puede incrementar enfermedades gastrointestinales” ([turn0search3]). Además, los residuos están a escasos metros del centro de salud, lo que agrava aún más el riesgo ([turn0search9]).
El regidor Edgar Uceda explicó la raíz del problema: Pilcomayo perdió el convenio con Huancán por incumplimientos financieros. Ahora existe un bloqueo que impide la disposición de residuos locales ([turn0search4]).
Las autoridades ya tomaron cartas en el asunto. La OEFA inspeccionó la zona y reportó 32 puntos críticos, ordenando acciones inmediatas ([turn0search2]). La municipalidad de Huancayo también ha supervisado, pero aún espera una respuesta formal del municipio local para coordinar el envío de camiones y retomar el recojo regular ([turn0search0],[turn0search3]).
La comunidad exige soluciones urgentes: restablecer el servicio, limpiar los centros educativos y sociales, y prevenir futuras emergencias. Si no se actúa pronto, advierten posibles cierres temporales de instituciones afectadas. Las madres y vecinos están movilizados y exigen responsabilidad.
Esta crisis muestra falta de planificación y gestión municipal. Pilcomayo exige atención prioritaria para evitar más afectaciones a la salud y el bienestar de los menores. El tiempo apremia mientras el olor y las moscas no dan tregua.