
La tos ferina amenaza a Perú con un brote crítico. Al 18 de junio de 2025 se han registrado 1 044 casos (784 confirmados) y 16 muertes en 15 regiones, según datos oficiales. Loreto sigue siendo el epicentro: concentra más del 70 % de los contagios, especialmente en Datem del Marañón. Lima‑Callao, Cusco, Cajamarca y otras regiones también reportan casos activos. Este nivel de brote no se veía desde 2013.
La vacunación infantil cayó drásticamente tras la pandemia. Coberturas de la primera dosis se ubican en torno al 65 % en selva rural, y el esquema completo llega solo a un 28 % en algunas zonas urbanas . Solo un 3 % de menores ha recibido la tercera dosis pentavalente, crítica para prevenir la enfermedad. Además, todos los niños que murieron no estaban vacunados .
El Minsa reaccionó enviando más de 25 brigadas a Loreto y llevando vacunas casa por casa. Distribuyó cerca de 1.9 millones de dosis de pentavalente, DPT y Tdap para embarazadas. Asimismo, mantiene cercos epidemiológicos en zonas afectadas e intensifica pruebas y vigilancia.
La OPS lanzó una alerta regional el 4 de junio de 2025. Pide reforzar la cobertura a un mínimo del 95 %, monitorear casos y vacunar embarazadas para proteger a los lactantes. Se recomienda también vacunar personal de salud que atiende a recién nacidos .
La tos ferina se caracteriza por tos intensa con “gallo” al inspirar, fiebre leve y secreción nasal. En lactantes puede causar neumonía, otitis, apnea y muerte. La prevención efectiva depende de un esquema completo: tres dosis pentavalentes a los 2, 4 y 6 meses, refuerzos a año y medio y 4 años, y dosis de Tdap en el embarazo.
La clave para frenar el brote está clara: vacunar temprano, cerrar brechas en zonas vulnerables y controlar activamente casos. La salud de los más pequeños depende de ello.