
Jeremías Leiva (27), apodado “Burrito”, músico de Lima, fue brutalmente atacado con palos y piedras en plena calle. Recibió golpes en la cabeza y costado, y tras quedar inconsciente, fue llevado al hospital, donde lo mantienen en coma. Este acto violento ha conmocionado a amigos, vecinos y colegas músicos.
El ataque ocurrió en una vía transitada. Testigos relatan un ambiente hostil; la agresión comenzó tras una discusión y escaló rápidamente. “Fue una paliza despiadada”, dijo un allegado. El músico aún no despierta y su estado es reservado. Los médicos informan que lucha por sobrevivir; su familia vive horas de angustia e incertidumbre.
Para enfrentar los gastos médicos urgentes, la madre de Jeremías, Yanira Conislla, pidió apoyo. Una campaña por Yape (933 541 521) busca cubrir tratamientos y cuidados intensivos. Amigos y músicos se han unido para difundir el número y recolectar donaciones. La solidaridad crece, pero falta mucho por cubrir.
Este caso resalta el problema de la violencia en espacios públicos. Vendedores, artistas y peatones viven con temor. Músicos alertan: un artista puede estar expuesto a agresiones por conflictos menores o discriminación. Plantean reforzar la vigilancia y pautas de convivencia en la ciudad.
Autoridades reciben denuncias en fiscalía especializada y la policía investiga el suceso. Se estudian videos de cámaras cercanas y se esperan pruebas testificales. Los familiares exigen que los agresores sean detenidos y sancionados. La exigencia es clara: no más impunidad para ataques brutales.