Una nueva polémica sacude al gobierno regional de Junín. Tras el accidente de tránsito en Pichanaki, donde una camioneta oficial EAJ-239 asignada al gobernador Zósimo Cárdenas chocó con otro vehículo, tres consejeros regionales iniciarán la investigación. Lo controversial es que todos ellos son militantes de Batalla Perú y cercanos al mismo gobernador.

Los encargados de la investigación son:

• Maribel Valencia Mejía (Chanchamayo)
• María Martina Maldonado (Concepción)
• Luis Demetrio Basaldua (Yauli)

Sus nombres han generado sorpresa, ya que no son conocidos públicamente ni tienen experiencia destacada en fiscalización. Esto ha encendido las alarmas en redes sociales y medios locales, donde se cuestiona si el proceso será realmente transparente e imparcial.

El accidente, ocurrido en plena Selva Central, ha dejado muchas interrogantes. ¿Quién conducía? ¿Por qué se usaba el vehículo oficial en ese momento? ¿Se hará pública toda la información?

La ciudadanía exige una investigación independiente, ajena a vínculos políticos. La presencia de consejeros afines al gobernador ha generado desconfianza generalizada.

Los reflectores ahora están puestos sobre el Consejo Regional de Junín, que debe garantizar que este caso no quede impune ni manipulado. Además, se pide que la Contraloría y el Ministerio Público tomen cartas en el asunto.

Este hecho pone en evidencia una vez más la necesidad de fortalecer los mecanismos de control en los gobiernos regionales del país, especialmente cuando hay intereses políticos en juego.