
El 7 de mayo de 2025, el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco inició en la Capilla Sixtina del Vaticano. A las 21:00 horas, una fumata negra emergió de la chimenea, indicando que los 133 cardenales electores no alcanzaron el consenso necesario para nombrar al nuevo pontífice. Este resultado refleja la falta de acuerdo en la primera votación, una situación que no se veía desde el cónclave de 2005, cuando la fumata negra también se produjo en la noche del primer día.
La jornada comenzó con la misa “Pro eligendo Pontifice”, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re. Posteriormente, los cardenales se dirigieron en procesión a la Capilla Sixtina, donde, tras el canto del “Veni Creator Spiritus” y el juramento de secreto, se dio inicio al cónclave con la tradicional orden “Extra omnes”.
Durante el cónclave, los cardenales deben alcanzar una mayoría de dos tercios, es decir, 89 votos, para elegir al nuevo papa. La falta de consenso en la primera votación sugiere diferencias significativas entre los electores, quienes continuarán las deliberaciones con hasta cuatro votaciones diarias en los próximos días.
La elección del nuevo pontífice es un evento de gran relevancia para la Iglesia Católica y el mundo. La comunidad internacional permanece atenta al desarrollo del cónclave, esperando la fumata blanca que anunciará al nuevo líder espiritual.