El gobierno de Estados Unidos ha lanzado una nueva iniciativa dirigida a inmigrantes indocumentados: ofrecerá un pago de $1,000 a quienes decidan regresar voluntariamente a sus países de origen. Este programa, anunciado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), busca incentivar la autodeportación como una alternativa más económica y segura frente a las deportaciones forzadas.

Para acceder al beneficio, los interesados deben registrarse en la aplicación CBP Home, donde podrán coordinar su salida. Una vez confirmada su llegada al país de origen, recibirán el estipendio. Además, el gobierno cubrirá los gastos de viaje y reducirá la prioridad de detención para quienes participen en el programa.

La administración Trump argumenta que esta medida podría reducir en un 70% los costos asociados a las deportaciones tradicionales, que actualmente ascienden a más de $17,000 por persona. Sin embargo, expertos en inmigración advierten que optar por la autodeportación podría tener implicaciones legales, como restricciones para reingresar al país en el futuro.

El programa ha generado diversas opiniones. Mientras algunos lo ven como una oportunidad para regresar de manera digna, otros lo consideran una estrategia coercitiva. Organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes instan a quienes consideren esta opción a buscar asesoría legal antes de tomar una decisión.