
Una preocupante fuga se registró en la madrugada del viernes 2 de mayo en el Centro Juvenil de Rehabilitación de Lima, conocido como Maranguita. Seis internos, todos de nacionalidad venezolana, lograron escapar usando una cuerda improvisada con ropa y sábanas. Escalaron un muro de 9 metros, evadiendo varios controles de seguridad.
El director de los centros juveniles, Francisco Naquira, confirmó que entre los fugados hay tres mayores de edad (18 y 19 años) y tres menores (de 17 años). Lo más alarmante es que Naquira reveló una posible complicidad del personal del centro. Según indicó, hubo fallas de seguridad que no pueden ser coincidencia, y se estaría frente a un caso de colaboración interna o descuido intencional.
La soga artesanal permitió que los internos sortearan un cerco electrificado, que aparentemente estaba averiado. Tras romper la seguridad, escaparon con rumbo desconocido. La Policía Nacional y el Ministerio Público ya intervinieron al personal de turno y se ha iniciado una investigación administrativa urgente.
Naquira expresó su disposición a asumir responsabilidades y enfatizó la política de tolerancia cero frente a conductas disfuncionales en los centros juveniles. “Si hay que poner mi cargo a disposición, lo haré”, declaró.
Los jóvenes estaban recluidos por delitos graves, con penas de entre cuatro y cinco años. La Depincri y el Ministerio Público están trabajando en las diligencias para la captura de los prófugos, mientras que se ha activado una alerta a nivel nacional.
Este hecho pone nuevamente en discusión la seguridad en los centros de rehabilitación del Perú, así como la necesidad de reformas urgentes en el sistema penitenciario juvenil.