
Un chef chiclayano guardó durante años una historia única: fue amigo y cocinero del Papa Francisco cuando este era arzobispo de Buenos Aires. La revelación fue hecha por el cardenal Pedro Barreto, quien compartió esta anécdota tras el fallecimiento del pontífice.
Durante una visita a Chiclayo, Barreto conoció al chef en el restaurante Lambora. Al conversar, descubrió que este peruano trabajó durante nueve años cocinando para Jorge Mario Bergoglio en Argentina, mucho antes de que fuera Papa. El chef formaba parte de una organización social que daba comida a personas en situación de pobreza, donde conoció al entonces arzobispo.
El cardenal Barreto destacó que no solo cocinaban juntos, sino que compartían momentos humanos, cercanos y llenos de humor. Francisco, como era costumbre, dejaba ver su lado fraterno y bromista, incluso en la cocina. “Tenía una imaginación enorme y un gran sentido del humor”, recordó Barreto.
El testimonio del chef emocionó tanto al cardenal que incluso grabó un video para llevárselo al Papa en su próxima visita a Roma. Aunque ahora Francisco ha fallecido, esta historia destaca una vez más el carácter humano, sencillo y solidario que lo acompañó siempre.
Además, resalta el papel que tuvo un peruano en la vida cotidiana del líder de más de mil millones de fieles. Una conexión inesperada, cargada de simbolismo y sabor peruano.
Esta historia conmueve, no solo por la cercanía del Papa con la gente común, sino por cómo un gesto tan simple como cocinar puede unir destinos. El Perú estuvo en su mesa… y en su corazón.