
El esperado concierto de Stray Kids en el Estadio de San Marcos ha sido opacado por denuncias de extorsión, inseguridad y desorden. Jóvenes fanáticas que acampan en los exteriores para obtener un buen lugar han reportado ser víctimas de delincuentes que exigen pagos de hasta 200 soles por permitirles estar en la fila. Incluso, una carpa fue incendiada cuando una asistente se negó a pagar.
El caso fue evidenciado en redes sociales, donde se viralizó un video en el que una mujer ordena a las jóvenes “colaborar para respetar el negocio” de una supuesta vendedora, mientras reconoce que “el barrio es peligroso”. Las fans están expuestas a amenazas mientras intentan disfrutar del evento.
A este clima de tensión se suma el paro nacional de transportistas, convocado para el jueves 10 de abril. Más de 460 empresas y 12 gremios suspenderán operaciones, afectando el transporte público en Lima. La Universidad Nacional Mayor de San Marcos suspendió sus clases por precaución.
Martín Valeriano, presidente de la Asociación Nacional de Transportistas, denunció el incumplimiento de acuerdos por parte del ministro del Interior, Julio Díaz Zulueta. “Se le dio una tregua, pero la criminalidad sigue”, afirmó. Los gremios marcharán al Congreso para exigir medidas concretas ante el avance del crimen organizado.
La combinación de inseguridad, amenazas y caos social ha generado preocupación entre los asistentes al concierto. Lo que debía ser una celebración musical se ha transformado en un ambiente tenso y peligroso. Las autoridades aún no se pronuncian oficialmente, mientras las fans claman por garantías para su seguridad.