Una tragedia sacudió la madrugada del martes 8 de abril a República Dominicana. El techo de la discoteca Jet Set, ubicada en Santo Domingo, colapsó durante un concierto del popular merenguero Rubby Pérez, dejando 27 muertos y más de 150 heridos.

El lugar estaba abarrotado. Según el director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Juan Méndez, al menos 300 personas se encontraban dentro del establecimiento al momento del derrumbe. De ellas, 101 fueron rescatadas con vida y trasladadas a hospitales cercanos.

Los equipos de emergencia aún continúan trabajando entre los escombros, con la esperanza de encontrar más sobrevivientes. Las escenas son devastadoras y las familias buscan respuestas mientras se vive una de las peores tragedias recientes en el país.

Las causas del colapso aún no están claras. Las autoridades han iniciado una investigación para determinar si hubo fallas estructurales o si el local incumplía normas básicas de seguridad. Jet Set era conocido por realizar eventos masivos, lo que genera más preguntas sobre la supervisión municipal y la capacidad real del lugar.

El presidente Luis Abinader expresó su dolor por lo ocurrido y ofreció el apoyo del gobierno a los afectados. Sin embargo, los propietarios de la discoteca aún no han brindado declaraciones públicas sobre lo ocurrido.

Esta tragedia ha generado indignación en redes sociales, donde cientos de usuarios exigen justicia y mayor control sobre los espacios de entretenimiento. La caída del techo en Jet Set no solo cobró vidas, sino que también reveló posibles negligencias que podrían haberse evitado.

La sociedad dominicana exige respuestas y medidas urgentes para evitar otra catástrofe similar.