El Congreso evalúa reducir la jornada laboral en Perú de 8 a 6 horas diarias. La Bancada Socialista presentó un proyecto de ley que beneficiaría a trabajadores con hijos en situación de orfandad. La medida modificaría el artículo 25 de la Constitución y establecería una jornada máxima de 38 horas semanales.

La propuesta también señala que los trabajadores pueden negociar acuerdos con sus empleadores para obtener beneficios sin afectar la productividad.

Sin embargo, Diego Macera, director del Instituto Peruano de Economía (IPE), advierte que este tipo de iniciativas generan más rigidez en el mercado laboral. Explicó que, con altos niveles de informalidad, imponer restricciones a la contratación formal puede frenar el crecimiento económico.

Además, mencionó que los inversionistas analizan la carga laboral antes de invertir en un país. En el caso del Perú, este tipo de regulaciones podría generar un impacto negativo en la generación de empleo formal.

Macera sostuvo que este tipo de normas, aunque buscan proteger a los trabajadores, podrían terminar perjudicándolos. “Si el Estado impone reglas estrictas sobre cómo contratar o trabajar, se limita la flexibilidad de las empresas”, afirmó.

Por ello, recomendó que la discusión sobre la reducción de la jornada laboral se centre en acuerdos entre trabajadores y empleadores, en lugar de una regulación estatal obligatoria.

El debate sobre la jornada laboral en Perú continúa y aún no se ha definido si el proyecto de ley será aprobado.