
Durante el 204 aniversario de la Marina de Guerra del Perú, la presidenta Dina Boluarte volvió a culpar a gobiernos anteriores por el incremento de la criminalidad en el país. En su discurso, la mandataria afirmó que las gestiones pasadas “abrieron las fronteras” y permitieron el ingreso de “delincuentes y criminales sin mayor restricción”.
Boluarte señaló que la inmigración ilegal fortaleció las bandas criminales que hoy afectan a transportistas y emprendedores. Sin embargo, sus declaraciones llegaron en medio de silbidos y rechazo del público presente en la ceremonia.
“Comprendemos la desesperación de nuestros hermanos transportistas. Esta delincuencia se ha gestado por décadas y fue fortalecida por la inmigración ilegal que otros gobiernos no supieron controlar”, expresó la presidenta.
Pese a las críticas, Boluarte insistió en que su gestión enfrenta el crimen con “estrategias y decisión”. Aseguró que su gobierno no mira al costado y que no cederá ante el terror que imponen las bandas criminales.
La mandataria también hizo un autoelogio a su gestión, señalando que el país “era un barco sin rumbo” y que su gobierno “tomó el timón” para enderezar la ruta.
En su mensaje final, recordó la figura del almirante Miguel Grau y reafirmó su compromiso con la democracia, la seguridad y la paz.
Aun así, el tono de su discurso reforzó la percepción de que el Ejecutivo sigue evitando asumir responsabilidad directa por la inseguridad que preocupa a todo el país.
La crisis de criminalidad continúa siendo uno de los mayores desafíos del actual gobierno, mientras la ciudadanía exige acciones concretas y resultados visibles.