El estado de emergencia en Lima y Callao llega a su fin este 26 de noviembre, tras dos meses de implementación en 14 distritos. Esta medida, promovida por el gobierno de Dina Boluarte, buscó enfrentar el incremento de extorsiones y sicariato en la región.
El Ministerio del Interior (Mininter) afirmó que los delitos disminuyeron un 22% durante este periodo, destacando la reducción en casos de robos (35%), extorsión (25%) y secuestros (17%). Sin embargo, alcaldes de distritos como Los Olivos, Independencia y Puente Piedra cuestionaron la efectividad de la medida, señalando la falta de un cambio tangible en la seguridad ciudadana.
Críticas de los alcaldes
Felipe Castillo, alcalde de Los Olivos, criticó la falta de resultados y recordó la promesa del ministro del Interior, Juan José Santiváñez, de renunciar si no se observaban mejoras significativas. Alfredo Reynaga, de Independencia, aseguró que «no se ha sentido ningún cambio» y cuestionó la ausencia de una estrategia clara para combatir el crimen.
Por otro lado, Rennán Espinoza, alcalde de Puente Piedra, mencionó que las acciones implementadas han sido limitadas y demandó más esfuerzo en la lucha contra el crimen organizado.
Logros destacados
A pesar de las críticas, el alcalde de Ancón, Samuel Daza, señaló que la presencia de la Marina ha traído mayor tranquilidad a su distrito. Asimismo, el Mininter resaltó que la colaboración entre las fuerzas del orden y el patrullaje conjunto han sido puntos clave en los avances logrados.
El cierre de este estado de emergencia deja un balance mixto, con logros estadísticos pero con una percepción de inseguridad aún latente entre los ciudadanos. Las autoridades locales y el gobierno central deberán trabajar juntos para mejorar las estrategias de seguridad y brindar mayor protección a la población.