La reciente elección de Donald Trump como presidente de EE. UU. marca un cambio en la política exterior hacia Venezuela. Durante su campaña, el líder republicano reafirmó su línea dura contra el régimen de Nicolás Maduro, anunciando que las sanciones económicas y las restricciones migratorias serán prioridad para su administración.
Trump, crítico del Gobierno de Maduro, prometió nuevas sanciones para debilitar al régimen y renovar su compromiso con la democracia en la región. Su enfoque incluye:
- Más sanciones económicas: Trump planea aumentar la presión sobre sectores clave de la economía venezolana, como Petróleos de Venezuela (PDVSA) y el Banco Central.
- Restricciones migratorias: Se anticipan nuevas políticas que limitan el asilo y refugio para venezolanos en EE. UU., aunque mantendría algunas protecciones temporales.
- Apoyo a la oposición venezolana: Trump ha mostrado respaldo a figuras opositoras como Juan Guaidó, buscando promover un cambio político en Venezuela.
Con estos cambios, la administración Trump busca fortalecer la presión internacional y limitar las relaciones comerciales con el régimen venezolano.